En cierto modo es natural al
principio sentir inseguro nuevamente, pero es una situación que debe tratar de
resolverse con tratamientos terapéuticos para que así la persona pueda realizar
las actividades que le guste y realizar sus actividades normales.
también se conoce como
equinofobia. No solo se desarrolla en algunos jinetes, también en aquellas
personas que trabajan en los establos y pudieron haber recibido un fuerte golpe
por parte de estos animales. Hay personas que ni siquiera pueden ver la imagen
de un caballo ni escuchar su relincho porque los invade una sensación de
angustia y zozobra espeluznante.
En ocasiones el miedo a los
caballos es desarrollado inclusive por la caracterización que los medios de
comunicación como televisión, libros, revistas, etc. en donde plasman a un
semental como una gran bestia negra, con los ojos sangrientos y furioso, como
diabólico.
¿Fobia o conducta aprendida?
Pueden existir casos donde la
fobia no es propia, es decir, fue transmitida de una persona a otra,
normalmente puede verse de padres hacia hijos. En estos casos los padres sin
darse cuenta y sin querer (mayormente) transmiten su propio miedo a sus hijos,
por ejemplo, una madre que le transmite la hipofobia a su hijo diciéndole que
los caballos son malos y peligrosos porque su padre murió en un accidente a
caballo.
Para finalizar este miedo es muy
poco común, pero existe y se necesita tratamiento psicológico y ayuda para
poder superar.